En numerosas ocasiones, cuando un alumno me llama para apuntarse a clases de guitarra, me suele decir que él no sabe nada de solfeo y que no tiene oído musical. Por lo tanto, me preguntan si es o será un inconveniente.
No sé por qué motivo, solemos tener tendencia a infravalorarnos y pensar que es las cosas son más difíciles para nosotros. Cierto es, que hay personas con más capacidad que otras para aprender más rápido, pero eso no lo es todo, en el largo camino del aprendizaje. Al terminar esta frase, seguro que pensáis que el aprendizaje de la guitarra es largo y tortuoso, pero la verdad es que todo depende de cómo afrontemos nuestro aprendizaje. No soy muy bueno recordando dichos y refranes, pero hay uno que me gusta mucho que dice que lo más bonito del aprendizaje es el camino en sí.
Eso es muy importante cuando nos decidamos a estudiar la guitarra, pues si nos enfocamos demasiado en los resultados y no en las experiencias, podemos frustrarnos con mucha rapidez.
Volviendo al principio, he de decir que para nada hace falta conocimiento musical y tener unas facultades innatas. Yo diría que, en casi todos los aprendizajes de la vida, lo más importante es la constancia, y es ésta y solo ésta, la que hace que triunfemos en todo lo que nos propongamos.
Os animo, a vencer a vuestros miedos y enfrentaros a esa vocecita que os susurra que sois muy torpes, demasiado viejos o que no tienes tiempo para practicar.
También es verdad, que hoy en día podemos aprender lo que queramos y cuando queramos, estamos en la era de la información donde dando a un botón, todas nuestras dudas al instante sobre cualquier cosa.
Conclusión:
Si de verdad te gusta la guitarra, anímate y apúntate y no esperes más, no dejes que decidan por ti, que nadie te diga si puedes o no, eres tú el que debes hablar de tus experiencias y tus gustos. Y no olvides, que lo peor que puede pasar es que no aprendas como desees pero siempre sabrás más de lo que venias sabiendo y por supuesto te irás con muchas experiencias positivas que no olvidarás en tu vida.
