El arte y el secreto del acompañamiento

El arte y secreto del acompañamiento:

Hoy en día, son muchos los cantaores que se quejan de que ya no hay guitarristas de acompañamiento de los de antes, y lo cierto, es que los guitarristas actualmente se han preocupado más de otros factores, técnica, armonía, etc.

Considero que, para ser un buen guitarrista de acompañamiento, bajo mi punto de vista, solo tienes que ser buen aficionado al cante y buen observador.

Lo primero, lo conseguimos escuchando mucho, pues es necesario que los guitarristas conozcan todos los cantes y estilos.

Actualmente, los tocaores acompañan a distintos cantaores y con diferentes estilos, y eso hace que tengan que estar más preparados y con mayor conocimiento de los cantes.

Teniendo en cuenta, que el flamenco se divide en palos y que estos a sus vez se dividen en estilos personales, geográficos, etc.

El guitarrista de acompañamiento, tiene que estudiar bastante, como ocurre con las seguiriyas por ejemplo; en este palo nos podemos encontrar alrededor de 40 estilos diferentes, de los cuales, cada estilo tiene un carácter y una forma de tocarse distinta: NO SE PUEDE TOCAR UNA SEGUIRIYA DE JEREZ, IGUAL QUE UNA DE TRIANA.

Es casi imposible, que un guitarrista que no conoce los estilos, pueda dar ese toque preciso que cada uno necesita.

Los guitarristas de Hoy:

Hoy en día, para mí forma de ver, el guitarrista tiene más trabajo a la hora de estudiar que su compañero el cantaor o cantaora, este último se puede aprender 10 palos de flamenco y vivir del flamenco toda la vida, pero el guitarrista debe conocerlos todos, pues no sabe cual puede tocarle acompañar en un momento dado, y eso se traduce en muchas horas de estudio y preparación.

Siempre he dicho, que el secreto del acompañamiento está en: no molestar y engrandecer lo que hace el cantaor.

Lo primero, lo conseguimos marcando todos los tiempos del cante y siendo preciso, de toque simple. Lo segundo es más complejo y solo lo da el conocimiento de todo lo anterior (El saber cuándo se respira en cada estilo, cuando sube y baja la intensidad, el ritmo, etc.)

Es algo muy personal y podemos encontrarnos diferentes puntos de vista, pero esto es flamenco y nadie tiene la verdad absoluta.

No solo tenemos el deber de acompañar, si no el deber de hacer de vez en cuando trucos de magia y sacrificio. Más de una vez al bajarme del escenario, algún oyente me ha criticado el afinado de mi guitarra, por que me llevaba mucho tiempo afinando encima del escenario, sin saber el oyente, que esto estaba echo con intención para proteger al cantaor o cantaora, que no tenía un buen día.

Estos tipos de sacrificios, son los que marcan la diferencia y la profesionalidad.

Mis experiencias:

He de reconocer, que he tenido la suerte de beber de los mejores guitarristas de acompañamiento, tales como Eduardo Rebollar, José Luis Postigo y Merengue de Córdoba y aunque os parezca raro, con lo que más he aprendido de ellos, ha sido con sus charlas y consejos, pues ahí, está la gran sabiduría.

Hoy cualquier guitarrista joven no valora esto, pensaría que no va aprender nada escuchando, cuando es aquí donde está el verdadero conocimiento.